Alfonso Martínez Baños, el político totanero asume la presidencia del PSRM-PSOE

Alfonso Martínez Baños, el político totanero asume la presidencia del PSRM-PSOE

Alfonso Martínez Baños es desde este mes de diciembre el nuevo presidente del PSRM-PSOE, un cargo que más allá de las implicaciones o responsabilidades que pueda suponer, representa un honor y reconocimiento a la trayectoria política de este político totanero, que lleva treinta y cinco años como militante socialista y ocupando diferentes cargos públicos y orgánicos en una formación en la que asegura sentirse cómodo “por sus valores y defensa de la justicia social, equidad, igualdad, ecologismo...”, que dicen encajar en alguien que se califica como una persona “de centro izquierda moderada”.

Alfonso Martínez Baños se define como “totanero de pura cepa”. Recuerda una infancia feliz, en la que asistió al colegio La Cruz y el IES Juan de la Cierva antes de estudiar en Cartagena Ingeniería Técnica Industrial especialidad Centrales y Líneas en la entonces Escuela Técnica dependiente de la Universidad de Murcia.

Cuando acabó la carrera, comenzó las Milicias Universitarias en Marina, estando primero destinado en San Fernando (Cádiz), luego en Vigo y posteriormente en el barco Lepanto, lo que le permitió recorrer buena parte del Mediterráneo y Atlántico pues en él permaneció dos años y medio, tras reengancharse un año más una vez finalizado el período del servicio militar.

Paralelamente, se preparó y presentó a una oposición del Ministerio de Defensa, que tras aprobar le llevó a trabajar en el Hospital Naval del Mediterráneo en Cartagena entre 1982 y 1999, año en el que tras asumir la Alcaldía de Totana, solicitó la excedencia, que por circunstancias ha ido renovando sin que haya vuelto a incorporarse al puesto donde sigue teniendo su plaza.

Cuando echa la vista atrás Alfonso Martínez Baños se define como un joven al que le gustaba practicar deporte, fundamentalmente el ciclismo y el fútbol y con inquietudes sociales en lo personal. En este sentido, recuerda que antes de marcharse a cumplir el período de Milicias Universitarias, junto a otros compañeros, fundaron la Asociación de jóvenes estudiantes y trabajadores, entidad que después desembocó en otra denominada Deitania. Recuerda que era la época de la Transición y pone en valor el hecho de que en una época en la que apenas había asociacionismo, esta entidad llegara a tener unos cien socios. Como dato curioso relata que la primera manifestación llevada a cabo en Totana la promovió esta asociación, para reclamar más instalaciones deportivas, ya que el municipio solo contaba en la época con el campo Juan Cayuela, y como logro comenta que el entonces alcalde Gregorio Crespo, les recibió para escuchar sus peticiones.

Incluso en esa época editaban una revista, titulada “El rizo atómico”.

Ese germen social y político fue creciendo en Alfonso, quien, según detalla, empezó a involucrarse en otros movimientos juveniles y sociales que reclamaban mayores cotas de libertad, algo que le llevó a tener incluso disputas con su propio padre, que no veía con buenos ojos que se mezclara en asuntos de política.

Ya de regreso en Totana tras su paso por las Milicias comenzó a colaborar de manera esporádica con Juventudes Socialistas, cuyo dirigente era Pedro Sánchez, quien fue el candidato a la Alcaldía en 1987 y en cuya lista figuraba por vez primera Alfonso. Aquella fue una legislatura singular, rememora, pues la corporación municipal estaba formada por 6 concejales del PSOE, entre ellos él que se encargó de la Concejalía de Juventud y Deportes, 6 de Alianza Popular, 4 de Izquierda Unida y 1 del CDS, dándose la circunstancia que decidieron gobernar todos los partidos juntos: “Fue una buena legislatura, en la que había diferencias abismales en cuando a ideología pero en la que se aprendió a gobernar todos juntos por el bien del municipio”, explica.

Con el gusanillo de la política definitivamente ya en las venas, en las elecciones de 1991, Martínez Baños repitió en las listas con Pedro Sánchez de nuevo como candidato, obteniendo el PSOE la mayoría, y ocupándose él en esa legislatura de las concejalías de Juventud, Deportes y Urbanismo.

La dimisión de Pedro Sánchez en 1993 como secretario general del PSOE de Totana hizo que se convocaran elecciones para este cargo orgánico por el que él compitió con Antonio Pérez Férez, ganando y ocupando desde ese año y hasta 2005 la secretaría general de su formación en el municipio.

En las elecciones de 1995, que ganó el Partido Popular, él formaba parte de una lista  encabezada por Jesús Manuel Perera, que obtuvo siete concejales frente a los 10 del Partido Popular.

La escisión del Grupo Municipal Socialista con el paso al grupo mixto de cuatro de sus  miembros, quedando él solo con otros dos compañeros en el grupo socialista, la recuerda como “una época difícil”. Por ello, en las siguientes elecciones en 1999, dice que asumió ser el candidato a la Alcaldía aunque con muy pocas esperanzas de victoria por la situación. Finalmente, la consecución de 7 concejales por parte de los socialistas, que sumados a los cuatro de IU permitían desbancar al Partido Popular del Ayuntamiento le produjo una enorme satisfacción: “Fue un sorpresón, no lo esperábamos y por eso lo disfrutamos aún más si cabe”.

En la legislatura de 1999-2003 en que él fue regidor dice con satisfacción que se consiguieron “muchas cosas positivas para el municipio” y resalta “el entendimiento” con sus socios de gobierno, a pesar de sus lógicas diferencias al pertenecer a diferentes formaciones: “Juan José Cánovas y yo teníamos una buena relación y sobre todo teníamos un proyecto de ciudad, lo que ayudó mucho”, señala. Destaca entre los logros de esa legislatura la construcción de la piscina cubierta, la inauguración del Hotel de La Santa, las inversiones en el Paretón, donde se ejecutaron varias infraestructuras y se constituyó la Junta vecinal, las actuaciones en materia de electrificación rural o el arreglo de caminos rurales.

La siguiente legislatura 2003-2007, tras la victoria del Partido Popular, siguió como concejal en la oposición, si bien a nivel personal decidió no volver a su puesto en el Hospital Naval del Mediterráneo en Cartagena y aceptar una oferta de la empresa privada, incorporándose a la empresa Calidad Deportiva (CADE).

En 2005 dejó el cargo de secretario general del PSOE local, que pasó a ocupar Juan Francisco Otálora, y tras agotar la legislatura pasó a una etapa desligado de cargos orgánicos o públicos en el PSOE, siendo simplemente un militante de base.

En 2007, a raíz de su denuncia arrancó la conocida como Operación Tótem sobre corrupción urbanística, una etapa que recuerda como “difícil y desagradable”, en la que rememora haber recibido“insultos y amenazas” e incluso haberse enterado posteriormente de que fue objeto de seguimientos.

Después de varios años sin responsabilidades en el PSOE, en 2015 recibió la llamada del entonces secretario general del PSRM-PSOE, Rafael González Tovar, quien le ofreció formar parte de las listas regionales de esta formación, saliendo elegido diputado, cargo que renovó en las últimas elecciones autonómicas de 2019. “Cuando llegas al Parlamento regional con el bagaje de venir de la política municipal te crees que es pan comido y allí te das cuenta que es muy diferente la política regional a la local. Son ámbitos diferentes, en la regional hay más distancia y aunque los debates son acalorados por las lógicas diferencias ideológicas, luego las relaciones personales en general son bastante buenas, es otro ambiente”, explica.

Además, apunta a que la política regional es “más exigente”: “Cuando vas a defender una moción o propuesta, tienes que documentarte mucho, te exige mucho más”. En su caso, se define como un “todoterreno” por las áreas que ha abordado, pues en la anterior legislatura se centró sobre todo en política municipal, industria, energía y empresa, y en esta además ha asumido el tema del agua.

Si bien en el plano orgánico, desde 2015 ya formaba parte de la ejecutiva del PSRM-PSOE, para él resultó una gran sorpresa su elección como Presidente en el último Congreso regional. En él, el nuevo secretario general presentó su propuesta de equipo, entre la que proponía a Martínez Baños como presidente, una lista que fue aprobada por la militancia. La sorpresa, explica, dio paso al orgullo por este nuevo cargo: “Ser presidente es sobre todo un honor y un reconocimiento a una trayectoria política y por ello me siento muy orgulloso”.

Con respecto a su recién estrenado cargo, apunta que su función principal es coordinar las reuniones de la ejecutiva y presidirlas, así como ejercer la representación institucional del partido, si bien el secretario regional socialista quiere dotar esta figura de más contenido encomendándole también la tarea de coordinación de los miembros de la Ejecutiva regional.

Este nuevo cargo es un paso más en una dilatada trayectoria política de 35 años como militante del PSOE y a la que no le pone fecha de caducidad:

“Nunca me he fijado metas ni planificado” argumenta, mientras dice que lo que sí tiene claro es que no aspira a dar el salto por ejemplo a la política nacional. “No quiero salir del ámbito regional, ese sí es un límite que me he marcado”, dice, al tiempo que agrega que “los años en la Asamblea Regional me han hecho aprender mucho y me han permitido conocer muchos ámbitos de mi Región que desconocía”. En ese sentido, comenta que sigue teniendo fuerzas para seguir como político en activo: “Sigo manteniendo la misma motivación y además, todos estos años como diputado me han dado un bagaje y creo que ahora es precisamente cuando más rendimiento puedo ofrecer”. Lo que sí tiene claro es que no le gustaría retirarse “sin tener la oportunidad de ver al PSOE gobernando la Región de Murcia”.

Ante la pregunta de qué le ha dado y quitado la política, Martínez Baños tiene clara la respuesta en el segundo caso: “Me ha quitado vida familiar, no he vivido la crianza de mis hijas cuando eran pequeñas con la intensidad por ejemplo que mi mujer, y eso es algo que sí lamento”. Con respecto a qué le ha proporcionado también es taxativo: “Lo mejor que me ha dado es la posibilidad de hacer cosas por los ciudadanos y sobre todo, en mi etapa de alcalde y concejal, la posibilidad de hacer cosas por mi pueblo y mi gente, que es todo un orgullo y honor”. “Para un político creo que el mayor orgullo es poder ser alcalde de su pueblo”, añade.

Y en el balance de toda esta trayectoria también tiene claro que han sido muchos más los amigos que ha ganado por la política que los que pudiera haber perdido, confiesa. “Considero que lo importante es el respeto. Entre mis buenos amigos, de esos que sabes que si descuelgas el teléfono los tienes siempre, estoy seguro que hay quien no piensa ideológicamente como yo y que votan otras opciones, pero precisamente lo importante es respetarse”, agrega.

Si se tuviera que definir en pocas palabras se considera una persona “moderada, de centro izquierda, dialogante, capaz de hablar con todos y defensor a ultranza de mis ideas o  propuestas pero siempre desde el respeto”. Precisamente, comenta que en la Asamblea regional dice mantener una buena relación con prácticamente todos, si bien sí se pone como límite “las personas que practican el transfuguismo”, de las que dice prefiere mantenerse al margen.

Con 63 años ya, su afición al deporte no la ha perdido y sigue subiéndose a la bicicleta y saliendo a correr siempre que puede o a hacer senderismo junto con un grupo de amigos. De hecho, comenta que le gusta mucho recorrer la sierra y parajes naturales.

Se considera un totanero “de pura cepa”, al que le gusta vivir en su pueblo. En este sentido, explica que en su etapa trabajando en la empresa CADE, por su función debía viajar mucho, pero siempre que podía regresaba a su domicilio. Como buen totanero, también es amante de las tradiciones locales, entre ellas, por ejemplo la Semana Santa, en la que no pocos años se le ha podido ver portando el trono de San Juan, hermandad a la que pertenece igual que al Cristo de la Agonía, de la que dice que su padre fue uno de los fundadores.

Otra de sus pasiones es leer, sobre todo libros o ensayos sobre economía y comenta que tiene montañasde libros acumulados, a los que espera darles salida en algún momento. De hecho, cuando se jubile, explica que esta será una de sus ocupaciones, así como, quizás, escribir algún libro, en concreto, dice, sobre la historia del PSOE local. Pues a buen seguro, más de un capítulo importante tendrá que dedicárselo a él mismo, que lo ha sido todo en el socialismo totanero, desde militante de base, concejal, alcalde y secretario general. Historias para contar y páginas para llenar, desde luego, tiene.

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