Historia de las barberías. Un recorrido por este tradicional oficio y su evolución con el paso de los años. (Artículo de María Dolores Rodríguez López)

Historia de las barberías. Un recorrido por este tradicional oficio y su evolución con el paso de los años. (Artículo de María Dolores Rodríguez López)

(Durante los siguientes dias hacemos un repaso a algunos de los más conocidos, pidiendo de antemano disculpas por los que no aparezcan pero también son o han sido grandes profesionales en su oficio)

E l oficio de barbero es uno de los más fascinantes y antiguos de la humanidad. En Grecia, era costumbre entre los hombres reunirse para hablar de política, negocios, filosofía y cotilleos… En esas reuniones se realizaban cuidados del cabello y barba. En la Edad Antigua, el barbero era un hombre de gran respeto y prestigio social. En todas las grandes culturas contaron con la figura del precursor del barbero.

En el Antiguo Egipto, el barbero era el encargado de afeitar y rasurar a los sacerdotes del templo de Amós, por la creencia que el rasurado ayudaba a la pureza de las funciones del sacerdote. Usaban navajas de cobre, hierro, piedras de sílex, cuchillas de dientes de tiburón, conchas marinas...

En Roma, por la influencia griega comienzan a cortarse cabello y barba. Este oficio de los llamados ”tonsores” o barberos esquiladores, se desarrollaba al aire libre donde también cuidaban uñas, cejas o pelos de la nariz.

 Tanto la belleza como la salud del cabello era muy importante en estas civilizaciones tan alejadas en el tiempo, pero no en las costumbres. Aunque la historia de la barbería es muy antigua, sería en la Edad Media cuando el oficio de barbero cobra una gran importancia.

 Los sacerdotes ilustrados en leer, escribir y en el manejo de utensilios como navajas, tijeras, cuchillos, bisturí y su destreza y conocimientos de medicina tenían libertad de llevar a cabo ambas actividades barbero-cirujano. Podían extraer muelas, hacer suturas, sangrías, amputaciones, trataban heridas, forúnculos, sajaban quistes, formulaban ungüentos y por supuesto cortes de pelo y barba. En esta época las barberías eran lugares de tertulias, encuentros y reuniones.

 EL BARBERO EN LA LITERATURA

 La obra de Don Quijote de la Mancha publicada en 1605 es la novela más importante de toda la literatura en español, escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. Los principales personajes de esta obra son: Alonso Quijano, Sancho Panza, Dulcinea del Toboso, Rocinante, el cura y el barbero.

 Aparece en la novela la figura de Maese Nicolás, barbero y amigo de Don Quijote, que quita bacía a un barbero creyendo que era el yelmo de Mambrino, al hacer referencia al yelmo alegórico de oro puro que hacía invulnerable a quien lo lleva. Tener la posesión del casco era la ambición de todos los espadachines. La pareja de cura y el barbero, amigos del hidalgo Alonso Quijano, representan la voz de la razón frente a su locura libresca.

En este relato la figura del barbero cobra una importancia primordial. Cervantes repasa el refranero español con expresiones cultas y vulgaridades coloquiales a través de los personajes: - Júntate con los buenos y serás uno de ellos. - Del dicho al hecho hay un trecho. - La codicia rompe el saco. Para el escritor colombiano García Márquez, contar la vida y costumbres de los barberos fue una obsesión. Las barberías de los pueblos eran para él una institución, donde se libraban encuentros, discusiones de filosofía, partidas de dominó y donde conversaban de igual a igual el alcalde, el coronel y el bobo del pueblo. García Márquez en uno de sus textos literarios dice: El único mortal sufragado que puede permitirse la libertad de acariciarle el mentón al presidente con el afilado acero de una navaja barbera. Hacen referencia a la figura del barbero en sus obras autores como Quevedo, Cervantes, Mateo Alemán…

Hay títulos tan alusivos como

“El barbero de Sevilla”. Mateo Alemán (1547-1614) en su obra dijo: “No pasa un médico sin guantes y sortija”. “Ni un boticario sin ajedrez”. “Ni un barbero sin guitarra”. “Ni un molinero sin rabelico”. En las Zahurdas de Plutón aparecen: El tormento de los barberos en el infierno consiste en no poder tocar la guitarra. Y en Totana, el oficio de barbero también cuenta con una larga tradición, con muchos profesionales a lo largo de los años.