Julia de la Peña. Una totanera más desde hace cuatro décadas Aunque natural de Badajoz, se siente una totanera más desde que llegó a esta ciudad en 1983 y su compromiso con este municipio ha sido el mejor aval para su reconocimiento como Hija Adoptiva.

Julia de la Peña. Una totanera más desde hace cuatro décadas Aunque natural de Badajoz, se siente una totanera más desde que llegó a esta ciudad en 1983 y su compromiso con este municipio ha sido el mejor aval para su reconocimiento como Hija Adoptiva.
Julia de la Peña. Una totanera más desde hace cuatro décadas Aunque natural de Badajoz, se siente una totanera más desde que llegó a esta ciudad en 1983 y su compromiso con este municipio ha sido el mejor aval para su reconocimiento como Hija Adoptiva.
Julia de la Peña. Una totanera más desde hace cuatro décadas Aunque natural de Badajoz, se siente una totanera más desde que llegó a esta ciudad en 1983 y su compromiso con este municipio ha sido el mejor aval para su reconocimiento como Hija Adoptiva.
Julia de la Peña. Una totanera más desde hace cuatro décadas Aunque natural de Badajoz, se siente una totanera más desde que llegó a esta ciudad en 1983 y su compromiso con este municipio ha sido el mejor aval para su reconocimiento como Hija Adoptiva.
Julia de la Peña. Una totanera más desde hace cuatro décadas Aunque natural de Badajoz, se siente una totanera más desde que llegó a esta ciudad en 1983 y su compromiso con este municipio ha sido el mejor aval para su reconocimiento como Hija Adoptiva.

Totana tiene totaneros de nacimiento y otros que aunque no nacieron aquí también lo son de corazón. Entre estos últimos se encuentra Julia de la Peña, que aunque es originaria de Badajoz, reside desde hace ya más de cuarenta años en este municipio.

 Recientemente el Pleno del Ayuntamiento de Totana acordó otorgarle el título de Hija Adoptiva, dando respuesta a un expediente iniciado para ello y que recabó más de trescientas adhesiones. 

Julia de la Peña nació en La Coronada (Badajoz) el 30 de octubre de 1942; y junto a su marido y sus tres hijos, llegó a Totana, por motivos laborales de aquel, en el año 1983.

Recién llegada a Totana comenzó su andadura en la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios las Tres Avemarías, iniciando su compromiso con esta asociación como secretaria en 1984, una entidad de la que ha formado parte durante 24 años y de la que actualmente ejerce como presidenta. 

Su vocación de servicio llevó a Julia de la Peña a debutar en política en la legislatura de 1987/1991, siendo de las primeras mujeres que eran nombradas concejalas en el Ayuntamiento de Totana.

Su experiencia en la política totanera le animó a formar parte de la siguiente candidatura que presentaba, en este caso ya el Partido Popular a las elecciones de 1991/1995, y aunque en esta ocasión no formó parte del Gobierno Municipal continuó trabajando incansablemente con una gran vocación de servicio público. Tras su bagaje político al servicio de los totaneros, Julia de la Peña continuó trabajando de forma muy activa por el desarrollo del municipio en diversos campos.

Ejerció como profesora de Religión en el Colegio “Reina Sofía”; y desempeñó durante dieciséis años el cargo de presidenta de la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer de Totana, siendo consejera en la Ejecutiva Provincial de dicha asociación.

Fue presidenta del AMPA del Instituto “Juan de la Cierva y Codorniú” en la época en la que sus hijos eran estudiantes en dicho centro; y su generosidad le llevó a colaborar como voluntaria en Cruz Roja y Cáritas del Convento.

Fue durante doce años “Defensora del Vecino” en Totana, siendo votada de forma democrática y por mayoría. Durante este tiempo, luchó y defendió los intereses de los vecinos de Totana que planteaban sus problemas ante este cargo.

Como Técnico Auxiliar de Enfermería, trabajó de forma altruista en el Hospital Virgen del Alcázar de Lorca. También ha sido suplente de vocal, en el Consejo Consultivo de denominación de origen del Pimentón de Totana. La Federación Regional de Amas de Casa y Usuarios le otorgó hace unos años el reconocimiento de “Mujer Líder”. 

Entre otros reconocimientos recibió uno de los premios Mujer Totanera del Año en 2005 y otro de manos del presidente regional Fernando López Miras, por ser una de las primeras mujeres concejalas de la Democracia.

Uno de sus mayores objetivos durante toda su trayectoria, ha sido trabajar y luchar por la igualdad entre hombres y mujeres, algo que ha defendido y continúa haciéndolo de manera incansable. Actualmente forma parte como vocal del Consejo de Igualdad del Ayuntamiento de Totana, en representación de la Asociación de Amas de Casa. En la actualidad, es secretaria general de la Asociación Nacional Popular de Pensionistas. 

Su vocación de servicio y su amor por ayudar a los demás hacen de Julia de la Peña una mujer incansable y luchadora por las personas de Totana, donde ha vivido gran parte de su vida, un municipio al que ha defendido en todos los ámbitos donde ha participado y siempre que ha tenido oportunidad.

El compromiso social de Julia la ha acompañado toda su vida, no en vano dice que es algo que vio y con lo que creció en su casa, pues recuerda que sus padres eran “muy solidarios y ayudaban a todo el que lo necesitaba”.

Como anécdota, recuerda ser ella pequeña y que había en su ciudad una mujer con muy pocos recursos con 8 hijos sin escolarizar y que ella, de su paga infantil, ya contribuía para ayudarla a pagar a alguien que los cuidara.

Julia se define como una persona inquieta por hacer cosas y liberal, que siempre se ha implicado por ayudar a colectivos vulnerables.

En este sentido, señala su colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer, Caritas, Cruz Roja...

Pero su compromiso social también la llevó por el camino de la política, tanto de manera activa como concejal, como en labores internas. De hecho, señala que le marcó mucho su paso por la política y rememora que cuando fue elegida concejal, había 17 hombres y solo 4 mujeres, “un claro mundo de hombres en el que sin embargo siempre hubo un respeto mutuo”, apostilla. Recuerda que la primera comisión en la que participó, ya dejó claro que para ella era una oportunidad por defender también los derechos de la mujer.

En otra etapa de su vida ejerció como Defensora del vecino de Totana, un cargo pensado

para recabar quejas y sugerencias de ciudadanos ante la Administración, bajo parámetros

de independencia y autonomía en el cargo. Los 12 años en los que estuvo al frente de dicha oficina, comenta que fueron un aprendizaje continuo y que vio “de todo” y le permitió acumular gran experiencia en temas sociales. De su paso se queda con la posibilidad de haber podido ayudar a personas del municipio y se guarda con el corazón encogido casos muy duros que tuvo que conocer.

Sobre su nombramiento como Hija Adoptiva no tiene más que palabras de agradecimiento

y reconoce haberse sentido en Totana como una más desde que llegó y agradece a todas las personas y entidades que apoyaron su nombramiento, así como en general a todo el pueblo, donde siempre se ha sentido acogida: “Aquí llegamos por razones laborales de mi marido, que solicitó este municipio ya que buscábamos una ciudad que estuviera próxima a una Universidad, para que mis hijos pudieran estudiar cuando fueran más mayores”, argumenta.

Indica que llegó a Totana un mes de septiembre y a los pocos días ya le habían contactado para que fuera secretaria de la Asociación de Amas de Casa de la que ahora es presidenta y que luego formó parte del AMPA del instituto donde estudiaban sus hijos, donde hizo valer su experiencia como miembro de una asociación de padres de alumnos en Casas Ibáñez. 

Desde el primer momento comenta que se adaptó a las costumbres de Totana, a sus tradiciones, comidas... “Totana es un pueblo acogedor y aquí he sido muy feliz”, destaca.

Reconoce que una de las cosas que más le llamó la atención al llegar fue la manera de vivir la Semana Santa, ya que era muy diferente a otros lugares. Pertenece a la Cofradía de la Santísima Virgen de la Esperanza y dice que se vistió de manola durante muchos años, incluso en su etapa como concejal.

Entre los lugares que más le gustan de Totana destaca el paraje de La Santa y la zona de Los Huertos, que califica como “incomparables”.

De su día a día en Totana dice que no sabe estar quieta. Como prueba de ello sigue con su actividad en la Asociación de Amas de Casa las Tres Avemarías y en la asociación de pensionistas e incluso es la presidenta de su comunidad de vecinos: “No descanso, siempre tengo cosas que hacer. Yo creo que el día que pare será porque de verdad ya no puedo más”.

Precisamente, en los últimos tiempos ha estado muy implicada en la defensa de los derechos de los pensionistas y en especial, recalca, el reconocimiento de pensiones dignas para las amas de casa como trabajadoras autónomas ya que la mejora de la situación de la mujer ha sido y es una de sus preocupaciones.

El año pasado explica que tuvo la oportunidad de viajar a Bruselas junto a representantes de otras asociaciones de amas de casa de la Región de Murcia para presentar un documental en el que explicaban las acciones que desarrollan.