Los orígenes del Centro Maternal en Totana, profesionales sanitarios adscritos a él. Por Juan Cánovas Mulero
El compromiso sanitario de los hermanos Cayuela Meca, José y Salvador, doctores
en Medicina, conscientes de la importancia de favorecer de un modo seguro, higiénico y controlado el parto, impulsó en la década de 1940 la creación de un Centro Maternal en Totana. Apoyados en las Hijas de la Caridad y en varias mujeres de entidad y arraigo, cada una de ellas con diferente nivel de responsabilidad, fueron capaces de poner en funcionamiento un centro que durante varias décadas acompañó de un modo certero a numerosas familias de la localidad, alumbrando a la vida a un importante número de niños.
Los orígenes de la maternidad de Totana.
Los hermanos Cayuela Meca, ante las dificultades con que se enfrentaban las familias de la localidad en el momento del parto, pues, en palabras de los promotores del proyecto, eran muchas las mujeres que «no tienen ni ropa ni cama», decidieron afrontar el reto de poner en funcionamiento un centro que subsanase esas carencias a la vez que formase en las primeras atenciones al recién nacido. Daban consistencia a esta aspiración respaldados por la experiencia de varios años trabajando junto a las necesidades concretas de la población que incluso habían llevado a Salvador Cayuela a tener que «operar con la luz de una vela o de un candil». A esta circunstancia se sumaban las escasas condiciones higiénico-sanitarias que caracterizaban a las viviendas del momento, con lo que era «inútil hablar de higiene donde se hacinan en una sola habitación (si es que se puede llamar así) familias enteras». Para paliar tan negativo escenario, asistiendo «en el doloroso y peligroso trance de dar la vida a un
ser», los hermanos Cayuela Meca pusieron en funcionamiento esta iniciativa.
Para la instalación de la maternidad se contó con el apoyo de las hermanas de san Vicente de Paúl que cedieron parte del antiguo colegio. Con la puesta en funcionamiento de esta iniciativa se proporcionaban cuidados a todas las clases sociales, gracias a los seguros de enfermedad y maternidad, ya que las frágiles economías de gran parte de los vecinos de Totana les impedían afrontar los gastos que se derivaban de estas atenciones. Esta obra contó con el apoyo del sanitario murciano José Rosa Meca, «que con su influencia acerca del Director General de Maternología e Higiene infantil, hizo que se incluyera a Totana en el presupuesto, antes que a otras poblaciones más importantes que también lo pretendían».
Un meritorio quehacer de profesionales sanitarios al frente de la maternidad, los hermanos Cayuela Meca y la matrona Petra Sobejano Vidal-Abarca. Las posibilidades que ofrecía la presencia de personas de preparación permitieron asegurar «a la madre y al recién nacido durante unos seis o siete días, todas las garantías de higiene, asistencia facultativa, cuidados diurnos y nocturnos, con personal competente, la buena alimentación que requiere el caso
y que son imposibles de conseguir en un domicilio particular»