María José Sánchez Terrones. Ha publicado recientemente su libro “Buenos días, Libertad”, que narra el devenir vital de una mujer, y cómo afronta las distintas situaciones a las que se enfrenta.
María José Sánchez Terrones es psicóloga especialista en técnicas de Risoterapia. En su trabajo se dedica a fortalecer la autoestima, crear espacios asertivos y brindar herramientas infalibles para conseguir un ambiente laboral óptimo y reducir el absentismo a través de la gestión emocional, el fortalecimiento de la autoestima y la focalización de objetivos. Recientemente ha publicado su libro “Buenos días, Libertad”, un recorrido por la vida de una mujer llamada Rebeca y cómo afronta las diferentes situaciones personales y profesionales que se le presentan.
¿Quién es María José Sánchez Terrones?
María José Sánchez Terrones es una mujer profesional de 47 años, empresaria, madre de una joven de 26 años, psicóloga, coach, risoterapeuta y recién estrenada como escritora. Mujer valiente, sofisticada, alegre, risueña, temperamental, sincera, honesta, con belleza interior y exterior, extrovertida y dinámica, la cual, ha tenido que luchar para conseguir todos sus objetivos, a la que nadie le ha regalado nada y que actualmente goza de un gran momento a nivel personal, emocional y profesional.
¿Dónde estudió y por qué se decantó por la Psicología?
Estudié en la Universidad de Murcia en la Facultad de Psicología, en la época en la que todavía no existían los móviles y las personas iban más tranquilas por la vida, donde todo parecía más lento, nadie parecía tener prisa por crecer, la gente quedaba en la cafetería de la facultad y charlábamos los unos con los otros, con los libros encima de la mesa, con un buen café y un bocadillo, esperando la siguiente clase, y viendo de lejos al grupito que siempre se saltaba las clases y jugaba a las cartas.
María José era demasiado disciplinada para saltarse ni una sola clase, puesto que su objetivo era empaparse muy bien de todo, puesto que quería dedicar su vida al servicio de los demás. María José descubrió su vocación como psicóloga cuando contaba con 15 años de edad. Hasta esa fecha, ella anhela ser profesora, le llamaba bastante la atención marcar una diferencia en las mentes del mañana; sin embargo, en una clase de Física y química, la cosa cambió, el profesor dijo algo, que la removió por dentro, aunque no recuerda que fue, sí que recuerda lo que le hicieron sentir aquellas palabras y empezó a investigar sobre eso, sobre la carrera, y comprobó que encajaba perfectamente con sus valores. El curso siguiente, en tercero de BUP, lo que sería actualmente segundo de la ESO, le impactó una clase de Filosofía donde tocaba la lección de “La motivación según Maslow”, autor de la pirámide de las necesidades humanas, un psicólogo norteamericano, que habla de las 5 fases por las que pasa todo ser humano, y que no todos llegan a cubrir en una vida, a pesar de desearlo, no basta solamente con eso, hay que trabajarlo a nivel consciente e inconsciente.
Este psicólogo habla de que todos los seres humanos necesitamos cubrir nuestras necesidades básicas, de seguridad, sociales, de estima y lo último sería la autorrealización. Aquí fue donde María José, ya sin lugar a dudas, decidió que estudiaría Psicología, aunque por aquel entonces no sabía la de obstáculos que se encontraría para poder hacer realidad ese sueño, que era su propósito de vida.
¿Cuál ha sido su trayectoria profesional?
Soy psicoterapeuta especialista en mujeres, con consulta propia. También he impartido diferentes talleres de Risoterapia para entidades como Cruz Roja, Puente Gotas de Luz, El Candil o la Universidad de Cartagena. Además, he sido formadora en Risoterapia y Coaching en el Hospital Rafael Méndez y formadora especialista en Risoterapia empresarial en el Grupo Pitágora.
Acaba de presentar “Buenos días, Libertad”.
Háblenos un poco de qué se encuentra el lector en este libro. El libro cuenta la historia de Rebeca, una mujer que por las circunstancias de su vida, su forma de ser y su carácter afable y sincero, no termina de encajar en las expectativas de su familia y tampoco ella se sentía parte de la misma. Anhela ser tratada de forma justa e igualitaria por sus padres, sobre todo por su madre, con la que mantiene una relación un tanto complicada. La vida le va presentando una serie de situaciones a todos los niveles, profesional, personal y sentimental, con las que va aprendiendo, desarrollando y creciendo, como mujer y ser humano, pruebas en las que muchas veces tenía ganas de tirar la toalla, pero no lo hizo, siguió adelante con tesón y valentía.
¿Cómo surgió la idea de escribirlo o con qué objetivo?
La idea de escribirlo surgió durante la pandemia. Yo deseaba escribir un libro, y contarle al mundo una historia donde cualquier persona pudiera reconocerse e identificarse con la protagonista. Siempre había querido dejar un legado, y qué mejor forma que a través de las palabras plasmadas en papel.
El lector tiene en sus manos un tesoro, donde desnudo mi Alma y se ofrece página a página una historia para transmitir de manera sencilla que, independientemente de las circunstancias que nos toque vivir, existe siempre una salida; a pesar de lo que pueda pasar, habrá un sitio donde existirá esa libertad que tanto anhela el ser humano, únicamente hay que confiar y creer en ello. Porque no hay nada mejor para otros que leer lo que a nosotros nos pasa, reconocernos, identificarnos con la vida de la protagonista; de esa manera vemos que no estamos solos, es una manera de decir, “te entiendo”, “me solidarizo contigo”, “no estas sola”. Se trata de compartir historias para sanar los dolores de otros.
¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
Estoy a punto de lanzar mis formaciones tanto a las redes sociales como a nivel presencial, donde trabajaré la autoestima, empoderamiento y merecimiento de mujeres como la protagonista del libro. Mi método es muy sencillo, consiste en escuchar con el corazón, sin juzgar a nadie, mi única misión es ayudar a sanar y transformar vidas. Y para ello utilizo la risa como remedio infalible y bálsamo para nuestras heridas emocionales. Si sanas tu alma, sanas tu vida. Menos juicios y más risas.