Nunca pensé que, en el otoño de mi vida, iba a descubrir una nueva pasión: escribir. Cada día tengo la necesidad de escribir.
El lenguaje nos hace libres, y no hay realidad sin lenguaje.
Nuestra realidad y libertad es mayor cuanto mayor es nuestro lenguaje.
El lenguaje no tiene ideología, son las personas las que ostentan ideología.
El lenguaje, por tanto, no es perverso, ni racista, ni machista.
Se requiere más lenguaje, y más y mejor educación.
Hoy vocablos como padre, madre, negro o enano, empiezan a ser tabú en nuestro lenguaje; y la tergiversación de vocablos como beneficio, mérito y triunfo son mal vistos porque crean desigualdad.
Padre y madre, solo es machismo, desigualdad o patriarcado en mentes ideologizadas.
Negro, solo es peyorativo en la mente de un racista.
Enano, solo es peyorativo para quien lo utiliza con malicia porque piensa que ser enano es ser inferior.
Beneficio, mérito y triunfo, solo pueden ser vocablos con significado negativo o no valorable positivamente por la envidia del mediocre, del vago y del incompetente.
Una política o mensajes que igualan al mediocre y al que no se esfuerza, que son mayoría, con quien se esfuerza y triunfa, cala en una sociedad ignorante y banal, en la que solo importa lo fácil y lo inmediato para ser "feliz".
Quien tergiversa, amputa y/o tabuiza el lenguaje, cercena la libertad y la verdad.
Como teoriza la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann, en su libro La espiral del silencio, la opinión pública dominante hace de control de la sociedad y amenaza con el aislamiento a los individuos que expresan posiciones contrarias a las asumidas como mayoritarias.
Y esa, y no otra, es la intención del socialcomunismo actual, que se ha disfrazado de nuevas ideologías de género, feminismo y ecologismo, cuyo significado y sentido, de origen, han modificado, y está inundando la sociedad occidental; acallando y aislando a disidentes, herejes e insumisos, porque nos quieren ignorantes y pobres para ser dependientes de Estados totalitarios aparentemente democráticos.
Hoy la tergiversación del lenguaje, por la tribu dominante, la progresía (el nuevo social comunismo), es el arma fundamental del totalitarismo que sufrimos.
Hoy la ultraderecha y los reaccionarios en España son los que están con la Constitución y la Ley que todos nos hemos dado democráticamente; progresista es estar o venderse a los golpistas, los delincuentes, los racistas catalanes y vascos y con los asesinos de ETA y sus herederos, para seguir en el poder.
¿Hay mayor tergiversación del lenguaje?
Jesús Pérez Valenzuela